El IRPF (impuesto sobre la renta de las personas físicas) es un impuesto que grava la renta que obtienen las personas físicas durante un año. Es directo y progresivo, es decir, grava de manera directa los ingresos o el patrimonio de los ciudadanos y a mayor nivel de renta, mayor será el tipo impositivo que se aplica sobre la base imponible.
Esa renta que grava proviene de los rendimientos del trabajo, del capital y de las actividades económicas. Además, quedan gravadas las ganancias que se producen en el patrimonio personal de los contribuyentes.Constituye una de las fuentes de financiación más importantes para España, ya que representa un 60 % de sus ingresos, aproximadamente.
Aunque las sociedades no están obligadas a pagarlo, sí deben gestionarlo. Las empresas mediante retenciones en las nóminas de sus empleados y los autónomos añadiendo en sus facturas un 15 % por este impuesto. ¿Quieres saber las novedades más importantes relacionadas con este impuesto para 2022? Sigue leyendo este artículo.
Qué es el IRPF
Este impuesto es una de las piezas fundamentales del sistema tributario español. No solo grava las rentas que obtienen las personas físicas mediante el trabajo, sino también las que proceden de rendimientos del capital inmobiliario, mobiliario o de ganancias y pérdidas patrimoniales.
Lo deben pagar las personas físicas que residan en España. En este sentido, se considera residente aquella persona que vive la mayor parte del tiempo en España, con independencia de su origen o su nacionalidad.
Por lo tanto, las personas de nacionalidad española residentes en el extranjero no tienen que pagarlo. En cambio, sí han de hacerlo los extranjeros que residan en nuestro país.El principal objetivo que se persigue con este impuesto es recaudar dinero de los contribuyentes en función del nivel de ingresos que tenga cada uno.
Mediante la declaración de la renta, la Agencia Tributaria puede determinar si lo que se ha abonado en concepto de IRPF es suficiente o debe abonarse más. También puede ocurrir lo contrario, si detecta que una persona física ha pagado más de lo debido, procede a realizar una devolución.

Cómo se calcula el IRPF
Como ya hemos comentado con anterioridad, se trata de un impuesto progresivo, ya que el porcentaje que se aplica es directamente proporcional a los ingresos que reciba la persona física. Por lo tanto, para saber cómo calcular el IRPF y cuánto debe pagar el trabajador es necesario establecer un sistema de tramos que depende del salario bruto anual.
En la actualidad, estos tramos progresivos y los tipos impositivos que le corresponden a cada uno de ellos son los siguientes:
- Desde 0 hasta 12 450 euros: un 19 %.
- Desde 12 450 hasta 20 200 euros: un 24 %.
- Desde 20 200 hasta 35 200 euros: un 30 %.
- Desde 35 200 hasta 60 000 euros: un 37 %.
- Desde 60 000 hasta 300 000 euros: un 45 %.
- Más de 300 000 euros: un 47 %.
Esto no quiere decir que si una persona tiene una base liquidable de 50 000 euros se le debe aplicar un tipo impositivo del 37 % a esa cantidad, sino que el cálculo sería el siguiente:
- 19 % de 12 450 euros = 2365,50 euros.
- 24 % de 7750 euros (valor entre 20 200 y 12 450) = 1860 euros.
- 30 % de 15 000 euros (valor entre 35 200 y 20 200) = 4500 euros.
- 37 % de 14 800 euros (valor entre 50 000 y 35 200) = 5476 euros.
Por lo tanto, la cantidad total que debería pagar esta persona en concepto de IRPF sería de: 2365.50 + 1860 + 4500 + 5476 = 14201.50 euros.
Cómo se aplica el IRPF a empresas y autónomos
El IRPF en España no solo afecta a aquellas personas físicas que reciben ingresos. También deben declararlo las empresas y los autónomos. A continuación, vemos cómo deben hacerlo.
Cómo afecta el IRPF a las empresas
Este es un impuesto que deben pagar todas las personas físicas, sin embargo, las empresas están obligadas a gestionarlo. Para poder hacerlo, deben retener una determinada cantidad por IRPF en las nóminas de sus empleados.
Las empresas pagan a Hacienda este impuesto cada tres meses, excepto en el caso de que genere un volumen que sea superior a 6 000 000 euros, en este caso, la tributación ha de llevarse a cabo con una periodicidad mensual.
La cantidad que corresponda a cada mes se paga en los primeros 20 días del mes siguiente. Por lo que, si la tributación es trimestral, se hará entre los días 1 y 20 de abril, julio, octubre y enero (declaraciones correspondientes a los meses de marzo, junio, septiembre y diciembre, respectivamente).
Para la declaración de este impuesto deben prestar especial atención al modelo 111 y al 190. El 111 corresponde a la cantidad que el empresario retiene de forma mensual a cada uno de sus trabajadores.
El 190 refleja la suma de todo lo que se ha retenido a cada trabajador a lo largo del año. Cuando termina el ejercicio, se debe presentar el 190 en los 20 primeros días del año siguiente. El 111 se presenta trimestralmente en los días que ya hemos comentado.
Cómo afecta el IRPF a los autónomos
Es necesario tener en cuenta que un autónomo puede tener clientes con diferentes ingresos que no siempre sean fijos. En estos casos, es muy difícil saber cómo calcular la retención por IRPF. La solución de la Agencia Tributaria a este problema ha sido establecer unas tablas fijas de retenciones en función de la actividad.
La retención de carácter general es del 15 % y el trabajador autónomo la debe aplicar en cada una de las facturas que emita. En función del tipo de autónomo, este porcentaje puede variar:
- Autónomos profesionales: La retención en este caso es del 15 %. Este porcentaje se debe restar del importe bruto para facturar, no del neto.
- Autónomos de actividades agrícolas y ganaderas: Este tipo de actividades tributan a un porcentaje diferente. Sin embargo, es necesario diferenciarlas:
- Actividades ganaderas de engorde de porcino y avicultura: 1 %.
- El resto de actividades ganaderas: 2 %.
- Autónomos en módulos: Desde 2016 se eliminó la obligación de tributar el 1 % para ciertas actividades, por lo que tributan por el tipo impositivo general del 15 %.
- Autónomos de actividades forestales: El porcentaje para aquellos que se dedican a este tipo de actividades es del 2 %.
- Nuevos autónomos: Los tres primeros años de actividad pueden aplicar una retención del 7 %. Eso sí, para que tengan la posibilidad de hacer esto no pueden haber realizado ningún tipo de actividad económica durante los 12 meses anteriores. La mayor ventaja que proporciona es que permite al autónomo disponer de una mayor liquidez al comienzo del negocio, que es quizás el momento en el que más la necesite. La reducción no es obligatoria, así que cada uno decide si la aplica o no.

Novedades en el IRPF para 2022
El IRPF en 2022 ha sufrido una serie de novedades, a continuación vamos a ver cuáles han sido y en qué afectan cada una de ellas:
- Revisión de las reducciones por aportaciones a planes de pensiones: Esta novedad se refiere a la reducción que se ha producido en el límite general aplicable en la base imponible de las aportaciones a sistemas de previsión social. Este límite máximo de reducción fiscal pasa a ser de 1500 euros anuales. El anterior era de 2000 euros. Este mismo límite también es aplicable a las reducciones practicadas por las personas que satisfagan primas a seguros privados que cubran el riesgo de dependencia severa o gran dependencia. No obstante, este límite anterior puede verse incrementado en 8500 euros en el caso de contribuciones empresariales al instrumento de previsión social o de aportaciones del trabajador a ese mismo instrumento.
- Prórroga de los límites vigentes para aplicar el régimen de módulos: Para el periodo impositivo de 2022 se prorrogan los límites aplicables desde 2016 que delimitan en el IRPF el ámbito de aplicación del método de estimación objetiva (con independencia de las actividades agrícolas, ganaderas y forestales, que mantienen su propio límite). Es importante recordar que en enero de 2021, para bases liquidables generales de más de 300 000 euros, se incorporó un último tramo a la escala general del impuesto con un tipo impositivo estatal del 24.50 %. Para bases liquidables superiores a 200 000 euros también se añadió un tramo en la escala del ahorro con un tipo estatal del 13 %. Esta base del ahorro es donde se integran intereses, dividendos, seguros de ahorro y rentas derivadas de la transmisión de elementos patrimoniales, etc.).
Como conclusión, el IRPF es un impuesto que grava las rentas que obtienen las personas físicas pero que, sin embargo, también deben declarar las empresas. En Yuki disponemos de un software que automatiza todos los procesos relacionados con el IRPF y con el resto de los impuestos. Si debes gestionar una empresa, prueba nuestra demo gratuita y comprueba las enormes ventajas que puede llegar a tener.